viernes, 24 de enero de 2014

Neruda o el pueblo eterno



A Neruda lo mató la vida,
no la sangre enferma
de los que beben muerte.

Falleció al nacer su poema,
una flor de espina
regada entre rocas por la inmensidad de un océano sereno.

Los críticos nunca podrán desmigajarlo en pétalos.
Los asesinos no pudieron matar al pueblo...

Sólo el verano sobrevive a la primavera.

R.B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario