(Montecchio)
La violencia se palpó como el trueno,
como el viento ajetreado llamando a mi ventana.
Temblaban mis venas, bombeaban calor a mi sien
que ardía en gritos desorbitados y pronto caducos.
La brizna quebraba el llanto
en mares de insomnios
verdes y perplejos.
(Rimini)
Una mujer ocultó su nombre tras sus gafas,
su cuerpo desnudo pendía de un hilo
que quise cortar con la tijera del tiempo.
La gravedad de su asombro se tiñó de sonrisas
que buscaban inocentes un hueco en mis muecas,
en mi larga mirada de verdugo impaciente.
La impronta de sus pies embelleció la arena
con pequeñas huellas que para siempre avanzaban hacia la lejanía.
El mar siguió llegando, a mí, a su periferia.
Y su voz no logra con rumoroso silencio
adormecer al olvido.
R.B.
Pero que artistazo está hecho mi Ricky!!
ResponderEliminarLa inspiración Montecchiana, no??
Habrá que repetir el año que viene :)