Te veo, el alcohol o la distancia no impide que te vea.
Es tu brillo el que refleja mágicos destellos de misterio,
son tus huellas las que tatuaron en sueños mi piel con besos secretos.
Pero tu realidad me inunda y me encandila,
tu blanca piel que en tantas fotos adoré en silencio
cerca de mis manos aparece y es perfecta.
Acaricio su ilusión como si aquí estuvieses,
es que estás acá, lo sé, lo siento.
Siento tu pelo rasgar mi piel con leves cosquillas,
mientras su aroma se esparse con la intensidad de un rayo en plena noche.
Siento tus ojos mirandome seguros,
proyectando el infinito en esta cama sin límites.
Tu boca está tan próxima, tu aliento es tan cercano,
que sé que si la beso la eternidad se me abrirá como tus labios.
Me hundo en tu flor carnosa, en tu boca de humedo sabor a cielo,
y me sumerjo ciego en tu oscuro beso.
Tu lengua me lleva por caminos sensibles,
guiadome preso a desbordantes placeres.
Tus piernas siento como enredaderas
trepar desde mis pies hasta mis sueños,
mientras me cuelgo de tu cuello
para no caer y herirme en el delirio.
Abro tu libro en la pagina prohibida
y leo en tus ojos la pasión ya liberada.
Tu cuerpo es verdad porque así lo siento,
porque su esencia nutre de verdad mi alma sedienta,
porque mis palabras llegan puras a tu oido
y se transforman cual mariposas en tus magicas sonrisas.
VUVU.
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